Segunda Época | Mes SEPTIEMBRE/2017  |  Año 3  |  No. 30 

Un diamante en el silencio

Yolanda Aguilera Iglesias

Cabrera, la musicalidad personificada

Noida González Tamayo

Conciertos para Rafael

Rafael José Rodríguez Pérez

Relación de obras como parte de los fondos del músico Rafael Cabrera

Un diamante en el silencio

Para cualquier persona el nombre de Rafael Cabrera Martínez puede resultar común sin embargo, cuando conocemos que es el músico que se mantuvo por más de 50 años como director de la Banda Municipal, compositor de trescientas obras y capitán del Ejército Libertador, resulta imposible obviarlo.
Su nacimiento en cuna musical no lo podemos ver aislado en un fenómeno privativo del proceso de formación de la cultura cubana. Cabrera Martínez es hijo natural del maestro Manuel Muñoz Cedeño, el orquestador del Himno Nacional; por esa descendencia nos demuestra sus dotes como músico, compositor, intérprete y promotor cultural.
Al hacer una somera revisión de la vida de este músico, hay que valorarlo desde el momento en que es capaz de ir al campo de batalla en la guerra del 95, ser soldado, llegar al grado de capitán e incorporar la música de banda en el frente de batalla, destaca así el germen de defender su identidad y la libertad de Cuba.
Rafael Cabrera aportó logros a la cultura y mantuvo en un repertorio con más de 145 obras, por ello se reconoce como el Padre de la Música de Concierto en Bayamo. Elena la Cumbanchera, guaracha son; Fuego Fatuos, polka dedicada especialmente a la Banda de Bomberos por su poco tiempo de acción; En lo Ignoto, vals de 1895; Mis 84 años, danzón que dedica así mismo por cumplir esa edad y sentir el dolor de la enfermedad, además que es la última canción que escribe y orquesta e, Himno a Maceo, con letra de Bonifacio Byrne orquestada por Cabrera el 7 de diciembre de 1907; son algunos de los títulos encontrados en su trabajo como músico.
Nace en Bayamo el 8 de noviembre de 1872. Tuvo amplia trayectoria cultural que fue transmitida a su familia y muere en Bayamo a la edad de 95 años, el 14 de septiembre de 1967, con lo que deja una hermosa página como músico de su ciudad natal.
Lo hecho por Rafael Cabrera Martínez está considerado como patrimonio tangible a nivel local. Sus obras se relacionan por bienes patrimoniales, como patrimonio de la nación cubana. Muchas de las partituras están originales y con esto se destaca el mensaje de que: la música no es vieja ni nueva, es solo música.
Para apropiarse de mejor forma del legado de este notable artista, las Bandas de Música del país, los pequeños formatos y solistas, deben tener conocimiento de la obra de Cabrera y su vida; esto permitirá elevar la identidad cultural en un mundo donde cada vez es mayor la globalización de la cultura.

Cabrera, la musicalidad personificada

Noida González Tamayo

Entre las ruinas de aquel incendio, ladrillos ennegrecidos y chamusqueados, escombros y desolación, surge una nueva ciudad que vio nacer a uno de sus más destacados músicos, Rafael Aurelio Cabrera Martínez. Este hombre desempeñó el cargo de director de la Banda Municipal con perfecto dominio, hasta la avanzada edad de 89 años y aún así, contaba con vigor físico y mental.
Pertenecía a la familia Cabrera que descendía de héroes y en la Guerra de los Diez Años escribieron una de las páginas más valiosas de la historia de Cuba. Sobre las acciones combativas de esos parientes narra el escritor Juan Jerez Villarreal en su libro Gesta de Bravos.
El padre fue un artista excelente, primer orquestador de Cuba y del Hinno Nacional; de él recibió la instrucción maravillosa que lo habría de destacar como músico y con extraordinaria fibra artística, lo que le permitió lograr resultados como nunca los pudo preveer y la paz de superar con creses al maestro.
Rafael Cabrera, con solo seis años de edad, es considerado apto para tocar un instrumento musical, inicia los estudios de solfeo y fue parte de la orquesta de su padre. Su primera composición la hace a los 15 años. Su exceso de modestia impide el conocimiento de obras excepcionales interpretadas por la Banda Municipal, sin llegar a oidas de sus compañeros.
De este hijo de Bayamo, sencillo y bondadoso, son las obras: Lejos del Hogar y Lirios de Verano, vals premiado por la Revista Carteles. Cuenta además con las canciones: Mi único Amor, balada y Rumbo a Bayamo, con letra de José Fornaris.
Más que compositor fue siempre músico, su genio le permitió tocar: bombardinos, piano, guitarra y se cosagra al clarinete. Maestro de varias generaciones, cuyos alumnos se convirtieron en figuras descollantes en la virtud de intérpretes de la música, ejemplo de ello fueron: Manuel Muñoz (conocido por Mañe), Radamés Cabrera, Nerio y Alfonso González, Rafelito Cabrera, entre otros.
Cabrera era la bondad personificada, una verdadera reliquia de la ciudad de Bayamo, tan dulce y bueno, que no es de extrañar que tenga, en estos momentos, como morada la gloria levantada sobre los simientos de su pueblo y por techumbre el suelo de su patria.
Amó extrañablemente al lugar que vio a su madre darle a luz, lo observó crecer y convertirse en orgullo musical de su pueblo. Hoy, el recuerdo de Rafael se agiganta en nuevas generaciones y, su prestigio se elava a la Gran Lira Musical de Terruño.

Conciertos para Rafael

Rafael José Rodríguez Pérez

Pueden sentirse los violines, las trompetas y trombones, el piano y algo de percusión; más o menos así, se juntan los sonidos, acordes, que dan paso al ritmo y al concierto que pobladores de la llamada “Ciudad de los Coches” y visitantes disfrutan al aire libre. Todo para realzar y homenajear a Rafael en pocos días que más tarde se transforman en inolvidables.
Efectuada bienalmente en Bayamo, durante el mes de noviembre y con carácter nacional, la Jornada de Conciertos Rafael Cabrera In Memoriam promueve la música de concierto y propicia espacios de confluencia y creación entre figuras noveles y consagradas del género en Cuba.
La histórica Plaza del Himno Nacional, ubicada en el corazón de la ciudad, se convierte en su escenario principal pero, las actividades desarrolladas en la fecha pueden disfrutarse en la Plaza de la Revolución, conocida como parque Céspedes. Allí los músicos interpretan su repertorio al igual que algunas obras de Cabrera y hacen de ese espacio un momento oportuno para disfrutar de un género que, en ocasiones, ha quedado en el olvido.
Su amplio programa comprende conferencias, coloquios, intercambios de experiencias, conciertos, espectáculos y actividades colaterales, llega también a instituciones, comunidades y centros de enseñanza artística de nivel superior.
Por su connotación patriótica sobresale en su agenda de actividades la ceremonia concebida para recrear la primera vez que fuera interpretado el Himno de Bayamo, hoy Himno Nacional.
Desde 1992 y en cada edición, se reúne a importantes agrupaciones de la Isla que con su trabajo rinden honor al patriota y eminente director, compositor y arreglista Rafael Cabrera Martínez, considerado el Padre de la Música de Concierto en Granma, quien desciende del connotado músico Manuel Muñoz Cedeño.
Este evento también se desarrolla con el fin de rescatar en las nuevas generaciones el interés por la música de concierto y motiva a su vez el intercambio entre quienes trabajan a favor del género.

Boletín Acento . Oficina del Historiador
Bayamo M.N., Cuba. 2017
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